La Policía Comunitaria recomienda a los padres que vayan con sus hijos en los horarios de entrada y salida. El abordaje de la problemática se intensificó en las últimas semanas.
Ante los reiterados hechos de violencia que se registran en los establecimientos escolares de esta localidad, la Policía Comunitaria recomienda a los padres que acompañen a sus hijos en la entrada y salida de la escuela para evitar inconvenientes.
A mediados de abril, una alumna de segundo año del Bachillerato Orientado Provincial (BOP) 105 de Villa Barreyro fue apuñalada por una compañera de curso a la salida de la clase de educación física. La víctima sufrió una grave lesión abdominal, estuvo en terapia intensiva y requirió 50 puntos de sutura.
Ya de alta, su familia denunció amenazas por parte de allegados a la agresora y la Justicia les asignó custodia policial permanente. Sin dudas un caso extremo, pero que permite graficar la gravedad de la situación actual.
En ese contexto, la Policía Comunitaria de la Unidad Regional II viene coordinando acciones para prevenir hechos de violencia escolar. El abordaje la problemática se intensificó en las últimas semanas, con charlas a cargo del gabinete interdisciplinario de la citada división.
Ya se realizaron reuniones en el Instituto Hermann Gmeiner, Escuela de Comercio, Escuela 237 y el Centro Educativo Polimodal (CEP) 46. Además, se pretende trasladar la actividad a localidades vecinas.
“Como primer paso se acordó que, dentro de lo posible, los padres acompañaran diariamente a sus hijos desde sus domicilios al establecimiento y viceversa, con el objetivo evitar posibles desmanes en la vía pública”, explicaron desde la Policía Comunitaria.
Alerta padres
En tanto, semanas atrás, la supervisora de Educación Secundaria, Cristina Pesoa, alertó que “la violencia no es privativa del BOP 105. Es una realidad que nos está matando y todos los días un director me está llamando por temas de violencia en los colegios. Y cada vez son más los casos que involucran a chicas”.
Tal afirmación surgió en una reunión con padres del BOP 105, luego de que una alumna apuñalara a una compañera de curso.
A poco más de un hecho, Karina Yrepá (35) reconoció que su hija continúa con asistencia psicológica para superar el trauma del ataque, al tiempo que aún no regresó al colegio.
“Mi hija tiene pesadillas donde la otro chica le hinca, está muy sobresaltada y con miedo. También le preocupa la parte estética, como a todas las chicas de su edad, porque la pobrecita tiene como 50 puntos en la panza, entre el tajo de la puñalada, la operación y los drenajes que le hicieron”, subrayó.
Si bien se trata de un caso extremo, lo cierto es que en los últimos meses se incrementó la violencia escolar en el ámbito local, al punto que la Policía dispone de custodia a la salida de varios establecimientos educativos.
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