Jorge González (41), «la bestia de Villa Gunther», cumplió diez años en prisión por abusar sexualmente de sus hijastras y a su vez obligarlas a prostituirse. Recuperó la libertad y otra vez abusó de una joven de 19 años.
El sujeto se mantuvo prófugo durante un mes y medio, pero la paciencia de los investigadores rindió sus frutos y lo atraparon cuando empezaba a sentirse impune. Jorge González (41), “la bestia de Villa Gunther”, está acusado de someter sexualmente a una joven de 19 años, pero tiene un pasado oscuro y un prontuario que justifica el apodo que le pusieron en el barrio.
Al constatar sus antecedentes, fuentes de la Unidad Regional II confirmaron que se trata del mismo hombre que purgó una condena de diez años de prisión por violar a sus hijastras, en complicidad con su concubina, Teresa Rodríguez (34), quien también estuvo un año y medio tras las rejas.
Según determinó la Justicia en su momento, la mujer actuó como encubridora y no hizo nada para salvar a sus pequeñas del infierno abuso. Incluso, el depravado la obligaba a prostituir a sus pequeñas hijas, recordaron fuentes del caso en diálogo con El Territorio.
Cumplida la pena por abuso y facilitación de la prostitución infantil, el año pasado González recuperó la libertad y regresó a Villa Gunther, donde su concubina le dio cobijo bajo el mismo techo que alberga a sus nenas más chicas, de 8 y 5 años, y una beba de nueve meses. Las tres criaturas nacieron de una relación con otro individuo.
En inmediaciones reside la hija mayor de Rodríguez, hoy una joven de 23 años que desde los 6 fue víctima de la bestia, su padrastro. Fue ella quien desde que el primer momento que González recuperó la libertad se opuso a que su madre lo albergara, temiendo sobre todo por la integridad de sus hermanitas menores.
En consecuencia, el sujeto se vio obligado a mudarse y alquiló una pieza a pocas cuadras del lugar, en inmediaciones al Barrio Docente, donde el 26 de febrero pasado volvió a violar.
Violó y escapó
La víctima tiene 19 años, y al momento del hecho se desempeñaba como empleada de limpieza del Hospital Samic, trabajo al que renunció días más tarde para mudarse a Campo Viera por temor a represalias por parte del acusado, que en ese entonces se hallaba prófugo y la habría amenazado.
En su denuncia, radicada ante la Comisaría de la Mujer, la chica manifestó que el 26 de febrero el degenerado irrumpió en la pieza que alquilaba con una amiga, le tapó la boca y la sometió sexualmente.
Al otro día le comentó lo sucedido a su compañera, la que la instó a denunciar el hecho, pero antes alertaron al dueño del inmueble, quien increpó al acusado por lo que había hecho. Minutos más tarde la bestia se escapó del lugar con las pocas pertenencias que tenía y se mantuvo prófugo hasta el martes, cuando fue capturado por personal de la Brigada de Investigaciones de la URII.
“Ella me contó que esa noche el tipo entró a la pieza cuando ella estaba acostada, le tapó la boca y abusó de ella. Después él se escapó y ella se mudó por miedo. El tipo alquilaba otra pieza y andaba atrás de mi compañera, pero ella no quería saber nada con él porque nos enteramos de que había estado preso por violar a sus hijastras”, comentó Diana, su compañera de pieza.
En tanto, en Villa Gunther una de las hijastras que años atrás fue abusada recordó la pesadilla que le tocó padecer en su infancia, al tiempo que celebró la detención González.
“Me empezó a violar a los 6 años y le obligaba a mi mamá para que me prostituya. Una asistente social nos vio en la calle, empezó a investigar y se descubrió la verdad. Mi mamá también fue un tiempo presa y nos mandaron a un hogar hasta que fuimos mayores de edad. Fue todo muy triste. Pero ahora esa bestia está presa y espero que no le suelten nunca más”, subrayó la joven.
Al momento de su detención, el sujeto trabajaba como sereno de una agencia de venta de autos ubicada sobre ruta nacional 14.
10 Años en la Unidad Penal de Oberá.
Fue el tiempo que estuvo tras las rejas el implicado, más conocido como «la bestia de Villa Gunther». Su ex pareja, Teresa Rodríguez (34), también estuvo más de un año y medio en prisión.
Territoriodigital