La CTA Autónoma de Misiones recordó los 80 años de la Masacre de Oberá. En un conmovedor acto reunió a pequeños productores, tareferos, docentes, historiadores, sobrevivientes de la última dictadura, vecinos.  “Si quiero mirar a mis hijos  y nietos a la cara les tengo que decir que no guarde silencio, que no fui cómplice y que estoy ayudando a construir una sociedad civilizada”, destacó Marta Maffei quien acompañó la jornada. La Central de comprometió a seguir impulsando la incorporación de estos hechos históricos en las curriculas de las escuelas.

El 15 de marzo de 1936 un grupo de colonos  ucranianos, rusos y polacos provenientes de Samambaya, Los Helechos, Ameghino, Guaraní y Campo Viera, marchaban hacia Oberá, en la zona centro de la provincia de Misiones,  para reclamar   mejores precios para sus productos; la distribución equitativa y mensura de las tierras, y la anulación de un impuesto sobre las nuevas plantaciones de yerba.

Marchaban con la esperanza de un acuerdo que les permitiría  mejores condiciones de vida, marchaban sin saber que la emboscada estaba armada y que la protesta pensada en términos de fiesta terminaría convirtiéndose en una masacre, la masacre olvidada dicen algunos.

Este martes, a 80 años de esa masacre,  la CTA Autónoma de Oberá reunió en el centro cívico de esa localidad a  pequeños productores, tareferos, docentes, historiadores, sobrevivientes de la última dictadura cívico militar, vecinos, quienes protagonizaron un conmovedor acto para recordar a las víctimas de aquella jornada y remarcar la vigencia de esas demandas: precio justo para el tabaco, la yerba, el té, acceso a tierras y condiciones de vida digna.

“Sigue siendo la masacre de la cual no se habla, y eso que  seguimos  luchando por esos mismos objetivos.  Rescatar ese hecho y ponerlo en la agenda de nuestra comunidad en ese día fue  muy importante, sobre todo porque  en Oberá   no hubo un solo acto oficial ni siquiera mención de lo que significó la masacre”, destacó Jorge “Koki” Duarte, secretario general de la CTA A.

“Tenemos que recordar primero para que la impunidad se termine en la República Argentina.  No solo no hay que olvidar a los asesinos de hoy, a los asesinos de ayer y a los asesinos de mañana.  La única garantía que tiene un pueblo de que las cosas no se repitan es que haya justicia y que no haya impunidad como ocurrió en el 36, en el 40 y en 1890 con la masacre de la Patagonia, y tal vez volverá a ocurrir en la medida en que nosotros no activemos los resortes para responder a esta impunidad, la memoria pasa por ahí, pasa por saber lo que nos ocurrió para no repetir, no solo para que no haya impunes sino para que no vuelva a ocurrir, apuntó Marta Maffei dirigente de la Unidad Popular, referente de la CTA Autónoma.

De la actividad participaron además Eugenio Kasalaba dirigente del MAM,  los historiadores Guillermo Castiglione y Severa Barrios,  Hugo Sand de APAM, Juana “Ticha” Bárbaro, hermana de Marilyn Bárbaro cuyo crimen sigue impune,  Leandro Sánchez de UTEM,  Juan Pasaman referente de la UP Misiones, Charly Mazacote del PTP Misiones.  La presencia de Graciela Franzen Secretaria de Derechos Humanos de la CTA y Nina Somariva secretaria de género, ambas sobrevivientes de la última dictadura cívico militar permitió   hilar la búsqueda de verdad y justicia de ambas masacres, la del 1936   y la de 1976.

“Fue un acto muy fuerte porque compartimos con sobrevivientes que en la década del 70 continuaron la lucha y los reclamos de estos colonos del 36, con docentes que han investigado en sus tesis lo que fue la masacre, con compañeros de la CTA y distintos sectores que continúan la lucha hoy con estudiantes y jóvenes de distintas organizaciones- vimos como cuesta a la comunidad de Oberá reconocer y hacerse caso de este hecho tan aberrante”, apuntó Graciela Franzen.
Compromiso de enseñar y aprender
Desde la CTA Autónoma se reiteró el compromiso de seguir generando  espacios para la recuperación de la memoria. “Porque en el acto de recordarafianzamos nuestro sentido de pertenencia. Nuestra Identidad. Encontramos un sentido del pasado y lo enlazamos con el presente. La memoria es parte de los procesos de luchas sociales y políticas. Los sectores que concentran el poder, que nos niegan derechos y se apropian de bienes comunes, también intentan controlar nuestra memoria.  Por eso durante mucho tiempo la memoria de esta protesta agraria fue silenciada y reprimida”, destacó la Central.

Se  insistirán en la necesidad de que estos acontecimientos de nuestra historia local formen parte de la curricula de las escuelas, como así también la enseñanza el ejercicio pleno de los derechos humanos.

“En la escuela es muy importante que nos demos una reflexión muy seria respecto a que tienen que saber los chicos, que  enseñar los derechos humanos  es enseñar el ejercicio y la práctica de los derechos, no es teoría. Es para que aprendan y desarrollen las capacidades y las competencias suficientes par a defender sus derechos,  es que aprendan a no naturaliza las cosas injustas que pasan, a no resignarse, a no guardar silencio, a organizarse, estas cosas de esta gravedad no se resuelven de a uno, si yo no logro que la comunidad reaccione que el conjunto de las personas empiecen a  activar los resortes para decirle no a la impunidad, no a la injusticia”, remarcó Marta Maffei.

La histórica dirigente agradeció los actos de memoria como los que se realizó en Oberá y destacó  “yo quiero que mis alumnos sepan ejercer sus derechos, que sean capaces de hablar y no de golpear con violencia, que sean capaces de argumentar y no de maltratar y descalificar al otro, no quiero el Bullying dentro de la escuela, no quiero la descalificación porque es rubio, es negro, porque esta descalzo, porque es indígena, porque come o deja de comer, eso significa una sociedad civilizada y nosotros queremos construir esa sociedad civilizada que no lo vamos a lograr mañana” finalizó  Maffei.

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Categorías: Noticias Sociedad
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