Aún no se estableció la identidad del conductor que atropelló y mató a Ángel Millán Chuquel, porque huyó del lugar. Después de la autopsia, ayer la familia recibió el cuerpo, lo sepultó y pidió que se esclarezca el caso.
Cuentan los lugareños que el grito fue aterrador, después silencio. Sólo el ruido de lo que creen fue un camión que se alejó a ritmo continuo dejando atrás una huella de sangre y huesos rotos a lo largo de unos 40 metros.
Así, trágicamente, murió Ángel Millán Chuquel (63), en un tramo de pendientes de la ruta provincial 6. Fue atropellado por un conductor que se escapó de la escena sin avisar a las autoridades y por estas horas la Policía trata de dilucidar su identidad. La tarea no es nada fácil, puesto que los datos con que se cuenta son escasos.
La tragedia que enlutó a una conocida familia del pueblo ocurrió el viernes a la noche y recién ayer el cuerpo retornó para ser sepultado en el cementerio local, en una ceremonia tan íntima como rápida, que no duro más de 20 minutos.
En ese contexto, su familia dialogó con El Territorio y quien tomó primero la palabra fue Juan Carlos Viñabski, hermanastro del fallecido, quien al dolor le sumó la indignación porque “la vida de mi hermano no valió ni siquiera para que quien lo atropelló se detenga a brindarle auxilio o avisar a la Policía”.
“Nosotros nos enteramos por los vecinos de la maderera, que escucharon una frenada y un grito fuerte, pero no vieron nada. Fuimos esa misma noche y lo que vimos fue terrible” dijo, y opinó que en ese siniestro quedó en evidencia “la falta total de respeto hacia la vida del otro”.
La víctima era un changarín, vivía sólo y si bien tenía una casa en el paraje El Bonito, poco tiempo estaba en un sólo lugar. “Iba de un lado a otro, pero siempre en la zona. Muchas veces tomaba pero no molestaba a nadie, no se merecía terminar despedazado en la ruta” dijo Viñabski.
Pocos elementos
Son pocos los elementos que hasta el momento tiene la Policía para encontrar al conductor que huyó tras atropellar y matar, dejando tirado el cuerpo de Chuquel, tal como lo hizo quien arrolló a Enrique Alberto Gómez en San Martín o la abogada y ex miss argentina que cegó la vida del inspector de tránsito Ramón Cabrera, este mismo año, en Posadas.
La práctica se repite, pero en este caso, la violencia del impacto y las huellas que quedaron en el asfalto indicarían que se trató de un camión que se dirigía hacia la ruta nacional 12, desde Campo Viera. Los vecinos coincidieron en que escucharon el sonido de un vehículo de gran porte, por lo que es la hipótesis que sobresale.
Más allá de eso, nada. “Es algo que se repite, automovilistas que matan y se escapan. Preocupa y por eso pedimos que se investigue en serio y lleguen a los responsables. Nadie está exento, por eso las autoridades deben hacer algo”, acotó Perla Viñabski, también hermanastra del fallecido.
La sepultura de Chuquel fue realizada después de que una camioneta del municipio trasladó el cuerpo desde la Morgue Judicial, en Posadas, donde el Cuerpo Medico Forense realizó la autopsia para descubrir detalles de su muerte, ya que en un principio se sospechó que lo asesinaron y lo dejaron en medio de la ruta, pero finalmente eso se descartó.
“Un montón de huesos bajo un colchón de tripas” describió Juan Carlos, luego de destapar el cajón para cerciorarse de que era su hermano. El pedido de Justicia se reiteró de inmediato. “El animal que hizo esto debe estar preso, no puede manejar más”, remarcó Perla.
Sin pistas en San Martín de Tours
La investigación por la muerte de Enrique Alberto Gómez (51) en la localidad de San Martín de Tours sigue en cero. El hombre fue atropellado por al menos tres autos y un colectivo de media distancia, pero aún no pudieron llegar al responsable del primer atropello, que lo dejó abandonado en medio de la ruta y a merced de los otros vehículos que tampoco se detuvieron. “Nadie del pueblo aportó datos” le dijo a El Territorio Leandro Gómez, hijo del fallecido, quien además contó que recorrió gran parte de la colonia “en busca de algún testimonio, pero el miedo pesa más que hacer justicia por mi papá”, lamentó. La muerte de Gómez ocurrió en la noche del 7 de febrero, frente al barrio Nuevo, cuando caminaba rumbo a su casa en picada Los Canarios. No hubo, según la Policía, testigos presenciales del choque, pero varios vecinos indicaron que se escuchó un fuerte ruido y después descubrieron que fue por el impacto de un auto contra la víctima. El parte médico indicó que Gómez sufrió múltiples lesiones, como traumatismo de cráneo con pérdida de masa encefálica, fractura de tórax, cadera, pierna derecha y antebrazo. Por lo que pudo establecer la Policía, aparentemente la víctima intentó transponer la ruta cuando fue alcanzado por un vehículo que circulaba a más velocidad que la permitida en ese sector y cuyo conductor se dio a la fuga.
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