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El intendente acudió a Gendarmería para combatir inseguridad en Oberá

reunionconvecinosCarlos Fernández solicitó que la fuerza federal patrulle las calles en prevención de delitos comunes. “Puede ser que la Policía niegue el problema, pero nosotros no”, remarcó el alcalde en un encuentro con los vecinos.

La seguidilla de hechos delictivos registrados recientemente generó la movilización de vecinos de diferentes barrios obereños, al punto que el intendente Carlos Fernández reconoció que solicitó a las autoridades de la Gendarmería Nacional Argentina (GNA) que colaboren en la prevención del delito y el combate a la inseguridad en esta localidad.
En los últimos días se registró un preocupante incremento en las denuncias por robos y delitos contra la propiedad, lo que motivó que las autoridades del Concejo Deliberante solicitaran de manera urgente una reunión con la cúpula de la Unidad Regional II de Policía, mientras que la próxima semana pretenden reunirse con miembros del Poder Judicial.
A su vez, en una reunión que se realizó el miércoles por la noche en una vivienda del barrio Villa del Parque, los vecinos decidieron elevar una nota a las autoridades municipales y a los ediles para que decreten el estado de emergencia en seguridad. “La realidad es que la situación que estamos viviendo es muy preocupante. La inseguridad avanza, varios barrios están movilizados por ese motivo y cada vez será peor si no encontramos soluciones. Puede ser que la Policía niegue el problema, pero nosotros no”, subrayó el jefe comunal.
Asimismo, mencionó que se entrevistó con el jefe del Escuadrón 9 Oberá de Gendarmería para avanzar en un acuerdo que permita que efectivos de la fuerza nacional puedan realizar tareas de prevención del delito en la ciudad.
“Pretendemos hacer un convenio con Gendarmería para que puedan patrullar el casco urbano para combatir los delitos comunes, más allá de los delitos federales que tienen a cargo. Iniciamos los trámites y ahora depende de un acuerdo entre la Provincia y la Nación”, explicó Fernández.
Sin ánimos de minimizar la realidad, agregó que la población de la segunda ciudad de la provincia ronda los 100 mil habitantes y requiere una Policía que “incorpore gente con vocación y capacitación, sin acomodos ni recomendaciones, porque la seguridad pública es un tema muy delicado que requiere acciones serias”.

“Plata para los chorros”
El alcalde comunal participó el miércoles en la reunión organizada por vecinos de Villa del Parque. También concurrieron el presidente del Concejo Deliberante, Ariel Cháves, y el obispo de la diócesis de Oberá, monseñor Damián Bitar.
El encuentro se realizó en la casa de Oscar Rodríguez, quien el jueves pasado fue víctima de un robo mientras dormía con su familia. Los propietarios estimaron el perjuicio en unos 200 mil pesos.
“Fue la tercera vez que me roban y no voy a esperar una cuarta para que me maten”, graficó el anfitrión. En tanto, para las autoridades fue esclarecedor comprobar que el 80 por ciento de los asistentes sufrieron algún hecho de inseguridad.
En principio, los vecinos acordaron una serie de medidas para cuidarse entre ellos, como un grupo de whatsapp para informar sobre movimientos extraños en el barrio, la creación de un foro de seguridad, la construcción de una casilla para un sereno y la instalación de una alarma comunitaria.
El próximo jueves volverá a reunirse en la Capilla San Cayetano, predio que ya sufrió ochos robos, comentó el propio obispo.
“La inseguridad me cambió la vida. Hoy mi hija más chica vive con miedo y a cada rato pregunta si van a volver los ladrones. En el barrio hubo doce robos en menos de dos meses y no sé si la Policía les dice eso a las autoridades”, señaló Rodríguez.
El último domingo El Territorio publicó su caso y sus sensaciones sobre la inseguridad. “Después de que salí en el diario la Policía se preocupó en serio. Hasta psicólogos nos mandaron. Como que esperaron eso para tomarnos en serio. Así también, en los últimos días nos preguntaron quién organizaba esta reunión y nos pidieron que no la hagamos”, aseguró.
Ante la inacción oficial, comentó que indagó por sus medios y tiene información que indica que en la zona operan dos bandas, aunque hasta el momento no hay detenidos por su caso.
Y confió algo que le comentaron los policías que intervinieron en el hecho. “Me dijeron que tenga unos 2.000 o 3.000 pesos y algunas joyas por si me entran, así los ladrones no se ponen nerviosos. Entonces ahora a mi mujer le tengo que dejar plata para la carnicería y plata para los chorros”, relató indignado.

80%

De damnificados. Durante la reunión, las autoridades pudieron comprobar que el 80 por ciento de los vecinos asistentes sufrieron algún hecho de inseguridad recientemente.
Policías encerrados
Entre los testimonios más crudos se escuchó el del ingeniero Néstor Munaretto, quien en un par de años sufrió seis robos en su casa y tiene una teoría para justificar la inseguridad que aqueja a los obereños.
“Para mí, se trata de un lobby policial que busca beneficiar a las empresas de seguridad privada que, casualidad o no, la mayoría están a cargo de ex policías. Cuando planteé esto en el ámbito policial algunos se enojaron, pero es lo que pienso”, indicó.
Otro vecino, el oftalmólogo César Rudzinski, mencionó la necesidad de desmalezar varias manzanas de la zona y mejorar el alumbrado público. “Me cansé de mandar notas a la Municipalidad para que poden los baldíos que son aguantaderos. Hay que terminar con tanta burocracia y actuar más rápido”, opinó.
En respuesta, el presidente del deliberativo, Ariel Cháves, explicó que la nueva gestión se encontró con una Municipalidad “devastada en el equipamiento”, al tiempo que indicó que de los “250 policías que hay en la ciudad muchos están dedicados a la custodia de entidades privadas, pero la prioridad debería ser la seguridad pública. Hay que pedirle a la Policía que camine las calles, porque no sirven los policías encerrados en las comisarías”.
A su turno, el obispo Bitar sugirió que el tema de la inseguridad sea prioridad en la agenda política e instó a organizarse para enfrentar el flagelo.
También el miércoles se realizó una reunión por inseguridad en Barrio Norte. Un par de horas después, el presidente del foro de seguridad, Wilson Batista, fue alertado por un vecino de que tres sujetos pretendían robar una casa del barrio.

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