Es un ejemplo para graficar la distorsión tarifaria que existe aun en un mismo barrio. En el interior es aún más claro: por el servicio eléctrico se llega a pagar hasta siete veces más que en la Capital Federal. Un relevamiento de LA NACION data, tomando como referencia un consumo de 500 kW/h (para una familia tipo), refleja que Córdoba, Neuquén, Santa Cruz, Jujuy y Santa Fe son las provincias en las que la tarifa es más cara.
En Capital Federal, Edenor cobra $ 54,70 (libre de impuestos) y Edesur, $ 55,10 por 500 kW/h de demanda, precio muy inferior al de otras provincias. En Córdoba, en el extremo opuesto, se paga bimestralmente por igual consumo $ 373.
La misma relación se verifica en los consumos de 750 y 1000 kW/h. En febrero de 2015, el Ministerio de Planificación impulsó un convenio para mantener congeladas las tarifas eléctricas en ese año, aunque no alcanzó a borrar las grandes diferencias.
¿Por qué la diferencia? Los especialistas coinciden en remarcar que, durante los últimos ocho años, el gobierno kirchnerista subsidió la generación eléctrica para todo el país, pero no aplicó la misma política para la distribución, de la cual sólo se benefició la ciudad de Buenos Aires. «Todas las jurisdicciones pagan exactamente lo mismo por generación, varía muy levemente el transporte, pero en cambio el valor agregado de distribución (VAD) difiere de manera significativa ya que obedece a cada jurisdicción», sostuvo Oscar Dores, director de la Fundación para el Desarrollo Eléctrico (Fundelec), en diálogo con LA NACION.
Según manifestó, «es una profunda injusticia que el interior tenga que absorber las tarifas sustancialmente mayores que las de Buenos Aires». En Lobos -citó como ejemplo- se paga cinco veces más que en Caballito. Una familia de cinco personas que vive en Palermo pagó en su última factura $ 250. Familiares de ellos en Malagueño, Córdoba, desembolsaron $ 2000 en diciembre. En Santa Fe, una pareja con tres hijos pagó $ 800.
El tema impositivo también influye. En el sistema eléctrico conviven más jurisdicciones que provincias. Esta estructura legal permite que cada provincia, y a veces cada municipio, pueda fijar su propia tarifa y aplicarle sus propios impuestos y cargos. «La inequidad regional de las tarifas se da en un contexto en el que en la jurisdicción nacional se mantiene una política de congelamiento tarifario, y esa política no fue uniforme en la jurisdicción provincial», indica un estudio del Instituto Argentino de Energía General Mosconi.
El Gobierno anunció ayer fuertes subas en los precios mayoristas de la energía eléctrica, que tendrán un impacto directo en la factura de luz de los usuarios a partir del próximo mes. La incógnita es si se corregirán o no las distorsiones. «Vamos a modificar el VAD en la ciudad, que no se actualiza hace mucho, y vamos cambiar el precio de compra de electricidad en el mercado mayorista», dijo a LA NACION el subsecretario de Coordinación de Política Tarifaria del Ministerio de Energía, Andrés Chambouleyron.