apremiosEn la presentación judicial se habla de “vejaciones y golpes en distintas partes del cuerpo”. Fue detenido a fines del año pasado por una presunta contravención, de la que luego fue absuelto por la jueza de Paz.

Alejandro Pablo A. (15) se despierta de madrugada sobresaltado por una recurrente pesadilla que revive los golpes y amenazas que habría padecido en la comisaría de General Alvear a manos de tres uniformados.
El chico fue demorado, sin motivo aparente, el 30 de diciembre del año pasado, cuando caminaba por el pueblo, alrededor de las 21. Su madre fue notificada y se presentó en la sede policial, donde le dijeron que permanecería detenido toda la noche, lo que al tratarse de una menor de edad constituye una clara irregularidad.
La acusación en su contra fue una presunta contravención de la que luego fue absuelto por la jueza de Paz del pueblo, Norma Lucía Daher. Es decir que el adolescente fue detenido sin motivo alguno.
Para colmo, al otro día la mujer volvió a la comisaría y le dijeron que su hijo había sido trasladado a Oberá para ser examinado por el médico policial en turno, quien constató que presentaba golpes y excoriaciones.
A media mañana, Alejandro fue restituido a su madre y le contó que tres policías lo sometieron a un brutal castigo dentro de una celda de la misma dependencia donde pasó la noche, violando la legislación que preserva a los menores.
“Contó que le pegaron trompadas y cachetadas, que le decían que era un nenito de mamá porque ella fue a preguntar por él. No es la primera vez que pasa un caso así, pero la gente del pueblo es humilde y muy sumisa, por eso muchos policías se pasan de la raya”, lamentó un familiar de la víctima.
Ante la gravedad de los sucesos relatados por el joven, su familia pretende que la Justicia investigue el caso y, por intermedio de un letrado particular, notificaron a la jueza de Paz, quien luego de la feria judicial elevaría las actuaciones a la fiscalía de instrucción en turno. El pedido se formalizó la semana pasada.
En el escrito se indica que el menor, de 15 años, “denunció que mientras estuvo privado de su libertad en la comisaría de General Alvear fue objeto de apremios por parte de tres uniformados que le aplicaron severidades, vejaciones y golpes en distintas partes del cuerpo”.
Por ello, se solicita que se investigue la “probable existencia de delito de orden público por parte de la autoridad policial en contra del adolescente”.
Paralelamente, ante la notificación del reclamo judicial, desde la Unidad Regional II habrían iniciado la instrucción de un sumario administrativo para determinar las responsabilidades del caso.

Antecedentes recientes
En este contexto, en los últimos tres meses se registró una seguidilla de denuncias por brutalidad policial contra uniformados de diferentes dependencias de la Unidad Regional II.
Tal es así que a principios de diciembre, familiares de un joven de 19 años radicaron una denuncia penal contra el entonces segundo jefe de la Seccional Cuarta de esta localidad, por presuntos apremios ilegales perpetrados en una de las celdas de la dependencia.
En esa instancia, según el testimonio brindado por Isidro Maidana, de 19 años, el oficial en cuestión ingresó al calabozo, le pidió a un subalterno que llaveara la puerta y lo golpeó durante varios minutos con golpes de puño, patadas y hasta incluso lanzándolo contra los barrotes. También lo habría tomado de los testículos. A consecuencia del brutal castigo, el denunciante sufrió un profundo corte en el cuero cabelludo. Días después el oficial denunciado fue trasladado a otra dependencia.
Por otra parte, ya en noviembre, la Jefatura de la Policía relevó del cargo a quien cumplía funciones como jefe de la Comisaría de Villa Bonita, denunciado por presuntos apremios contra cuatro jóvenes, dos de ellos menores de edad.
A mediados de octubre, en tanto, familiares de un joven herido de bala por la Policía denunciaron por presuntos excesos a los uniformados que intervinieron en un operativo que concluyó con la detención de dos personas en el barrio Villa Blanquita de esta localidad. En consecuencia, la Jefatura de la Unidad Regional II ordenó el secuestro de las armas reglamentarias del personal que intervino en el hecho y se inició un sumario administrativo para investigar y esclarecer las responsabilidades de cada uno de los agentes.

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Categorías: Noticias Policiales
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