Un interno resultó herido de gravedad con un arma blanca durante una violenta gresca entre dos facciones que se enfrentaron por el poder dentro de la Unidad Penal II de esta localidad. El hecho ocurrió el último lunes y la víctima, de apellido Antúnez, recibió 20 puntos de sutura en un brazo.
Según averiguó este diario, la batalla campal se produjo en el módulo A, donde están alojados los condenados más peligrosos. El motivo del enfrentamiento habría sido el manejo del negocio de la venta de drogas y celulares dentro de la cárcel.
Por la magnitud de la pelea, que incluyó a varios presos portando facas y palos, se presume que uno de los bandos se organizó previamente para emboscar a sus rivales desprevenidos después de la cena.
Como consecuencia del hecho, Antúnez tuvo que ser trasladado al Hospital Samic con un profundo corte de arma blanca que afectó venas y tendones y puso en riesgo su vida. El rápido accionar de los médicos de guardia fue clave para frenar la hemorragia, lo que requirió de 20 puntos de sutura.
De regreso al penal, el herido quedó alojado en un sector separado de la facción que lo atacó. Su agresor resultó con heridas leves, aunque no requirió internación.
En tanto, sin bien las autoridades del SPP manejaron el caso con sumo hermetismo, trascendió que el segundo sería el líder del bando opuesto al de la víctima, en puja por el manejo de los negocios dentro de la cárcel.
“En la época de las fiestas de fin de año la población se pone más inquieta de lo habitual y son comunes las peleas, pero en este caso hubo un trasfondo de poder. La venta de drogas es una realidad, lo mismo que los celulares, elementos que ingresan con la complicidad de algunos guardias”, reconoció una fuente del SPP:
Al respecto, precisó que en los últimos meses se secuestraron varios celulares, al igual que marihuana y psicofármacos. “Se calcula que apenas un 10 por ciento de lo que ingresa al penal se logra secuestrar, por eso es un negocio muy redituable para los implicados”, agregó, tras solicitar la reserva de su identidad por el lógico temor a represalias.
Denuncia por acoso
Por otra parte, antes de la feria judicial fueron citadas a declarar las presuntas víctimas de acoso sexual que habría sido perpetrado por el director de la Unidad Penal II, alcaide mayor Mario López, hecho denunciado en diciembre del 2014 en la Comisaría de la Mujer de esta localidad. Según trascendió, las agentes habrían ratificado la acusación.
Además de la causa penal en marcha, la cúpula del SPP realizó un sumario administrativo interno, aunque transcurrido más de un año el acusado sigue en el cargo, circunstancia muy cuestionada puertas adentro de la institución, al menos hasta que se expida la Justicia.
Los denunciantes son dos agentes femeninas y el marido de una de ellas, quien también se desempeña en la fuerza.
Las presuntas víctimas habrían padecido el sistemático acoso del director, quien primero intentaba seducirlas con regalos y beneficios laborales. Al no lograr su objetivo, comenzaba a intimidarlas con cambios de tareas en horarios desfavorables y hasta las amenazaba con traslados a otras unidades de la provincia.
Incluso, en sede policial una de las agentes declaró que el director la amenazó con trasladar a su marido si no accedía a la propuesta de mantener relaciones sexuales con él.
En todos los casos el acoso habría sido direccionado exclusivamente hacia agentes y suboficiales, nunca a las oficiales de mayor rango, lo que acentúa la intención del abuso de poder. A pesar de la gravedad de las denuncias en su contra, tras una licencia forzada López retomó su cargo al frente de la dirección del penal.