Según los investigadores, los delincuentes accedieron por una ventana posterior y escaparon por un baldío. La Policía allanó una propiedad lindera y secuestró elementos que podrían tener relación con el hecho.
Tras las primeras pesquisas, los investigadores del robo al local de Mi Librería, hallaron un gato hidráulico y pedazos de hierro que podrían haber sido utilizados en el atraco, al tiempo que las imágenes de las cámaras de seguridad confirmaron que el hecho se registró el 25 de diciembre a media tarde.
En tanto, hasta hace un tiempo uno de los dos serenos que trabaja en el lugar alquilaba una habitación en un edificio lindero. Además, el día del robo el sujeto se hallaba de franco, circunstancia que no pasó desapercibida para la Policía.
Los elementos hallados fueron secuestrados durante un allanamiento realizado el domingo en inmediaciones a la librería. Precisamente, los delincuentes accedieron al local por una ventana posterior, tras sortear un muro que da a un terreno baldío.
Si bien en primera instancia la propietaria del local señaló que le habían robado 200 mil pesos en efectivo, en la denuncia formal rectificó la cifra a 400 mil, según confirmaron investigadores del caso.
Los propietarios del comercio residen en la parte superior del edificio, pero ese día viernes habían salido a pasar la Navidad con familiares y amigos.
En consecuencia, el sábado por la mañana la dueña notó que el local de la librería había sido violentado y radicaron la denuncia ante la Seccional Primera.
Tal vez conmovida por la situación, en un primer momento Perla Boattini (52) refirió que los delincuentes se alzaron con un botín de 200 mil pesos en efectivo, monto que ayer se rectificó y elevó a 400 mil. La propietaria del negocio es esposa de Luis Pires, ex diputado provincial y actual titular de la Unidad Ejecutora Provincial (UEP).
Según averiguó El Territorio, el sistema de videovigilancia interna gravó el robo, aunque hasta el momento no se pudo identificar a los autores. Exactamente a las 17.20 se observa a un sujeto vestido con ropa oscura caminando por el interior del local.
Plena luz del día
Mediante un oficio judicial, la Seccional Primera solicitó que la empresa de seguridad privada que monitorea las cámaras haga todo lo posible para facilitar imágenes que permitan dar con la identidad de los ladrones. En el lugar se recolectaron huellas dactilares.
Más allá de las especulaciones, hasta el momento se determinó que los malhechores accedieron por una venta posterior luego de forzar las rejas.
Llama la atención que con tamaño botín, también se hayan llevado una CPU, mochilas y billeteras que estaban a la venta. Incluso robaron mil pesos que había en la caja registradora.
Los 400 mil pesos se hallaban en la oficina, ocultos en dos cajas de cartón, según denunció la dueña. Por lo que los ladrones ni siquiera tuvieron que forzar una caja fuerte.
Sobre la situación del sereno, éste ya prestó declaración y se desligó del hecho. Por el momento continúa en libertad. Su coartada se vio reforzada por el testimonio de la propietaria, quien indicó que ese día estaba de franco y trabajó el otro encargado de seguridad, el que recién a las 19 arribó al lugar como de costumbre.
Los malhechores escaparon por los muros vecinos aprovechando un baldío que conecta con la avenida Libertad.
Por las características del hecho, es evidente que hubo un trabajo de inteligencia y planificación previa y sabían que los dueños, que viven arriba, no estaban. La osadía está dada en que actuaron a plena luz del día. También conocían la ubicación de las cámaras, como notaron los investigadores al ver las primeras imágenes.
Territoriodigital