12313898_1677088449241768_7583194470140324082_nSe quejan por la falta de agua, caminos en mal estado y limitaciones en la prestación de los servicios. El pasivo heredado es de 50 millones de pesos, es decir, alcanza una cuarta parte del presupuesto 2016.

Para las nuevas autoridades comunales se avecina un tórrido verano en lo climático e institucional, ya que a pesar de la millonaria deuda heredada de la gestión anterior, inmediatamente deben hacer frente a una serie de reclamos y necesidades de los vecinos de esta localidad.
Un dato inquietante indica que el pasivo municipal supera los 50 millones de pesos, monto que implica casi la cuarta parte del presupuesto aprobado para el 2016, según reconoció el nuevo intendente Carlos Fernández.
Precisamente, luego de un primer análisis de los números de la comuna, el nuevo secretario de Finanzas, Javier Mielniczuk, cuestionó la metodología de trabajo de la gestión anterior.
“Encontré cero planificación y nosotros pretendemos todo lo contrario para transparentar las cuentas y optimizar los resultados”, subrayó.
Por ello, las autoridades entrantes se encontraron con serios problemas operativos para la prestación de los servicios básicos, tal el caso de los dos camiones cisterna que reparten agua en los barrios y desde hace varios días están inutilizables por inconvenientes mecánicos.
“Los camiones aguateros son modelo 70 y tienen los motores fundidos”, lamentó Fernández.
Asimismo, la recolección de residuos se cumple con intermitencias por falta de combustible debido a deudas con proveedores. Otro aspecto que requiere atención y despierta críticas de los contribuyentes pasa por el mal es estado de las calles terradas y plazas con malezas.
Los reclamos se replican en los diversos barrios, mientras que desde la nueva gestión municipal justificaron las deficiencias con el argumento de que recién asumieron y no dan abasto ante las necesidades.

Crecen los reclamos
En las últimas semanas, se escucharon airados reclamos por parte de vecinos de avenidas Picada Vieja, Juan D. Perón y Gendarmería Nacional, entre otras.
También se acentuaron los reclamos por falta de agua potable en diferentes barrios que no están conectados a la red local y dependen de la asistencia del municipio a través de tanques públicos.
Vecinos del barrio Nuevo del Kilómetro 0, San José, Kilómetro 11 y Cabelleriza se manifestaron ante la interrupción del servicio. “Acá son ocho manzanas que dependen de un tanque público que la Municipalidad carga una vez por semana, cosa que no alcanza, pero al menos es algo. Pero ahora parece que se olvidaron de nosotros y hace más de dos semanas no traen”, reclamó una vecina del Kilómetro 0.
Un nuevo gabinete

Con relación a su gabinete, el intendente Fernández reiteró su intención de achicar la estructura y centralizar las direcciones en tres secretarias. Al respecto, confirmó que Santiago Marrodán será el secretario de Coordinación General, Rafael Marques estará al frente de la Secretaría de Desarrollo Humano y el contador Javier Mielniczuk fue nombrado secretario de Finanzas.
Para asumir en el Ejecutivo, Mielniczuk debió dejar su banca en el Concejo Deliberante en manos de Paula Reinoso, quien lo seguía en la nómina de concejales de Fernández.

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