Cassidoro: en su cualidad de ministro de Teodorico llevó a la paz a los romanos y los ostrogodos. Nació en Squillace, en el 480, de familia noble y poderosa. Además de político fue escritor. Hay numerosas cartas recogidas en Varias, Crómicas, además escribió ensayos como «De Animas» y una «Historia Gothica». Teodorico, rey de los Ostrogodos, lo apreció por su sabiduría y lo llamó a su corte en Ravenna.
Y él luchó por la fusión de los dos pueblos: el romano y el gótico. Cosa que no pudo realizar, y cuando Belisario entró en Ravenna venciendo a los Godos, él se retiró a Squillace, donde fundó un monasterio, centro de estudios. Murió a los 95 años, en el 575.
Bernardino Telesio: filósofo, nacido en Cosenza en el 1508, fue un renovador en su campo. Antes valía solo lo que había dicho Aristóteles, en lugar, en su obra «De Rerum Natura», Telesio pone como base de toda investigación «la experiencia».
En 1527 estaba en Roma cuando la invadieron los «lanzichenecchi», fue preso, pero salvado por un señor al servicio del Príncipe de Orange.
Vivió pobre. Los últimos años de su vida fueron amargados por el asesinato de su hijo Próspero. Murió en 1588.
Guglielmo Pepe: nació en Squillace en el 1723 y los 17 años se enroló en la Tropa Napoleónica y participó en la Batalla de Marengo. Joaquín Murat lo nombró coronel de Nápoles por su valor. Lugar que conservó cuando volvieron los Borbones, que lo nombraron Comandante Supremo del Ejército. Pero no podía renunciar a sus ideales de la independencia patria y, se dimitió del ejército y se fue en exilio a Inglaterra, donde fue amigo de Ugo Foscolo.
De allí, conocidos los movimientos patrióticos de su patria, volvió en ayuda de Carlos Alberto de Saboya. Pero Guglielmo Pepe, indignado porque el Papa y Carlos Alberto habían retirado sus tropas, se fue a Venecia insurrecto allí fue nombrado Jefe de las Tropas que defendían la ciudad.
Caída Venecia, Pepe fue a exilio y murió en el Piemonte en el 1855.
Corrado Álvaro: nació en San Luca Calabro en el 1895. Es un escritor más representativo del siglo XX. Escribió: «El amada a la ventana» y «Gente en Aspromonte». Escribe obras de carácter psicológico y con personajes adolescentes, como: «La edad breve» y «Mastrangelina», en las cuales se encuentran numerosos elementos autobiográficos. Álvaro murió en Roma en el 1956.