El temor y la indignación son evidentes en el semblante de Karina Rodríguez (33), madre de cuatro chicos que sobrevivió a un intento de homicidio por parte de su propio esposo, quien la roció con varios litros de combustible e intentó prenderle fuego. Todo porque le pidió el divorcio cuando descubrió que el hombre le era infiel.
Por suerte, la mujer tuvo fuerza para luchar, pudo escapar a tiempo y logró salvar su vida. Tres vecinas fueron testigos del ataque. En consecuencia, el sujeto pasó ocho meses detenido como acusado de intento de homicidio calificado, hasta que en julio fue beneficiado con la excarcelación, mientras aguarda la elevación del caso a juicio oral y público.
Desde entonces, la vida de Rodríguez, sus hijos y sus padres se convirtió en un infierno, ya que su marido -puesto que aún siguen casados legalmente- los amenaza y viola la prohibición de acercamiento vigente, medida dispuesta por la Justicia penal.
“Me llama al teléfono fijo de casa, me manda mensajes y viene, siendo que no puede acercarse a 300 metros. Le hice varias denuncias, pero parece que tiene total impunidad porque sigue molestando y amenazando. Tengo mucho miedo porque ya trató de matarme y parece que no escarmentó con los meses que pasó detenido”, opinó Rodríguez.
La última denuncia, radicada en la Comisaría de la Mujer, se registró el lunes pasado luego de que su marido y la madre de éste irrumpieron en su vivienda, ubicada sobre calle Casco Romano, en el barrio Cien Hectáreas de esta localidad.
Al respecto, comentó que “hace ocho años compramos esta casa e hicimos varias reformas. Incluso mis padres vinieron a vivir acá y colaboraron con las ampliaciones. Pero resulta que ahora mi ex y la madre nos quieren dejar en la calle como represalia porque le denuncié”.
“Te voy a matar”
Rodríguez precisó que el título de propiedad aún está a nombre del dueño anterior, argucia que habría aprovechado su marido para tratar de desalojarla.
Precisamente, el lunes el sujeto y su madre irrumpieron en la propiedad y tomaron posesión de un sector de la casa. “Primero él me mandó un mensaje que decía: «Si no le das la casa a mi vieja te voy a matar». Hice la denuncia pero no pasó nada. Tiraron mis cosas a la calle y se instaló la madre”, relató.
Sin ocultar su preocupación, mencionó que uno de sus hijos padece retraso madurativo y que su marido no le pasa un solo peso para mantener a los chicos.
“Yo trabajo en casa de familia para mantener a mis hijos, pero con todos estos problemas estoy por perder mi trabajo. No entiendo cómo la Justicia, conociendo que él me quiso matar, no toma cartas en el asunto. Hasta enero tiene prohibición de acercamiento, pero vine cuando quiere a insultar y amenazar. Tanto se habla de la violencia de género y cuando uno denuncia no pasa nada”, subrayó Rodríguez.
El 21 de septiembre del año pasado, Mario Gustavo M. (35) le pidió a su esposa para charlar, ya que estaban separados de hecho, porque la mujer descubrió que el sujeto le era infiel.
“Me dijo para hablar en el auto y subí. Tres vecinas que estaban en el corredor de casa vieron todo. De repente agarró un bidón con nafta y me derramó, forcejeamos y me pude escapar. Se defendió diciendo que me quiso matar porque le pedí el divorcio. Al otro día le detuvieron y estuvo ocho meses preso”, agregó.