asaltoLa Policía detuvo a seis sujetos como sospechosos del atraco a los hermanos Afanasiuk. Secuestraron dos pasamontañas, balas y 22 gramos de cocaína, entre otros elementos.

Desde un primer momento los investigadores del violento robo a la familia Afanasiuk de paraje Bayo Tronco, municipio de Los Helechos, abonaron la teoría de un entregador que conoce a las víctimas y que el golpe habría sido perpetrado por gente de la zona. Es que los delincuentes hicieron varias cosas para aportar pistas y facilitar la tarea de la Policía.
En esa línea, a las pocas horas fueron detenidos seis sujetos y se secuestraron dos vehículos. Además, en un allanamiento realizado en Oberá, dieron con dos pasamontañas, una garrafa de gas, un machete y doce proyectiles calibre 22.
En el mismo inmueble secuestraron 22 gramos de cocaína y un Volkswagen Gol con pedido de secuestro por robo en la provincia de Buenos Aires. En cambio, hasta ahora no hubo señales de los 500 mil pesos robados en el atraco.
En otro operativo se detuvo al propietario de un Ford EcoSport que transitaba por la ruta Provincial 103, a la altura de Villa Bonita, municipio de Campo Ramón. En principio, dicho vehículo tendría documentación adulterada.
En total, seis sujetos fueron detenidos en averiguación del hecho por directivas del Juzgado de Instrucción Uno y quedaron alojados en diferentes dependencias de la Unidad Regional II.
El asalto a los hermanos Afanasiuk fue protagonizado por varios encapuchados -entre seis y ocho, según indicaron las víctimas- que irrumpieron fuertemente armados en su domicilio.
Respecto a los elementos secuestrados, los pasamontañas podrían ser un hilo conductor con el hecho, lo mismo que la garrafa de gas, puesto que los ladrones también robaron un cilindro de diez kilos.
Precisamente, el robo de la garrafa fue un dato que no pasó desapercibido para los pesquisas, puesto que tal como publicó este diario ayer, parece poco probable que una banda foránea de profesionales se detenga en un elemento como ese.
Más bien, parece obra de rateros de poca monta y sin experiencia, ya que un elemento de esas características puede ser fácilmente rastreado. Por ello, si las víctimas reconocen el cilindro como propio, el caso estaría prácticamente esclarecido. Al cierre de esta edición aún no había novedades al respecto.

Sabían dónde pegar
Otro dato importante para los investigadores fue saber que uno de los encapuchados le propinó un planazo de machete al dueño de casa, Sergio Afanasiuk (66), justo sobre una lesión que lo tiene a mal traer desde hace casi tres años.
El sexagenario ya fue operado por un problema en la cadera y su cuerpo rechazó la prótesis, por lo que actualmente se halla a la espera de una nueva intervención. Mientras tanto sigue con tratamiento y actualmente la herida está infectada y le produce dolor, dato que aparentemente conocían los ladrones.
“Le pegaron el planazo justo en la herida, como si supieran dónde le iba a doler. El pobre hombre no puede caminar del dolor”, confío una fuente del caso.
En este punto, algunos de los demorados son gente de la zona que se desempeña en labores de la chacra y conocen los movimientos de la familia. La citada lesión en la cadera que arrastra el colono fue producto de una pelea con un sobrino, presuntamente por bienes materiales.
El capital Afanasiuk es evidente en su chacra, donde posee cinco camiones, siete tractores y otros vehículos.
En diálogo con El Territorio, una vecina de las víctimas comentó que hace dos semanas notaron la presencia de extraños en la zona, de lo que fueron alertados por los perros.
“Eran como las diez u once de la noche y los perros empezaron a ladrar. Salí a mirar y vi alguien que andaba con linterna, prendí la luz del corredor y se fueron”, comentó.
El robo se produjo el miércoles por la noche, alrededor de las 21, cuando los encapuchados irrumpieron en el lote 128 y, tras reducir al cuidador, accedieron a la vivienda de los hermanos Lidia (69) y Sergio Afanasiuk, quienes fueron golpeados y torturados hasta que confesaron la ubicación del dinero.
Incluso, los malvivientes amenazaron con cortarle la lengua al dueño de casa, quien al resistirse sufrió un corte en un dedo de la mano derecha.
En tanto, la señora Afanasiuk sufrió una trompada en la cara que le produjo un fuerte hematoma. Precisamente, los sexagenarios fueron quienes sufrieron el mayor castigo, mientras que el casero Marcelo Caballero (26), su concubina y sus dos pequeños hijos resultaron ilesos. Recién a las 7 de ayer, cuando Caballero logró zafar de las ataduras, pudo buscar auxilio y notificó a la Policía de lo sucedido.

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