Mientras se aguardan los resultados del examen genético para determinar fehacientemente la identidad del cuerpo que apareció calcinado dentro de un vehículo en esta localidad, la Justicia local continúa con la investigación del caso y en las últimas horas secuestró un camión que podría estar ligado al hecho.
El nuevo paso investigativo fue informado por los encargados de prensa de la Policía provincial, quienes detallaron que el procedimiento fue desplegado el viernes al mediodía, en el predio de una estación de servicios ubicada en la rotonda de la ruta nacional 14 y la provincial 4.
El procedimiento fue ordenado por la magistrada Selva Raquel Zuetta, titular del Juzgado de Instrucción Cinco de Alem, donde se instruye el expediente del caso, quien dispuso la requisa de un camión Ford Cargo con semirremolque que estaba estacionado en ese lugar desde el sábado pasado.
Según fuentes consultadas, desde ese día nadie se hizo presente en el lugar para responder por el camión, por lo que en un principio levantó sospechas y ante la posibilidad de que tenga una vinculación con el homicidio cometido en colonia El Chatón, la Justicia avanzó sobre esta arista.
Sin embargo, las mismas fuentes añadieron que durante la requisa no se halló ningún elemento de interés, aunque de igual manera la magistrada interviniente ordenó el secuestro del rodado para determinar su procedencia.
De esta manera, por lo pronto el caso continúa envuelto en un manto de misterio e incertidumbre total. Si bien algunos pesquisas no dudan en que la víctima sea el preventista Nicolás D’Amico (34), aún resta esperar los resultados del examen ADN, que podría demorar algunas semanas más.
Además, restan conocerse los resultados de las pericias que por estos días realizan sobre las computadoras y elementos incautados en un abasto de Oberá, donde la sospecha apunta a un empresario cárnico y algunos empleados.
El caso
El caso se conoció el viernes de la semana pasada, cuando la Policía encontró un Volkswagen Bora en llamas sobre un camino terrado de colonia El Chatón, a unos 1.500 metros de la ruta nacional 14.
Al llegar al lugar, los uniformados constataron que el rodado estaba prácticamente consumido por las llamas. Una vez que el fuego fue aplacado, revisaron a fondo el coche y dieron con el cuerpo calcinado dentro del baúl.
El estado del cadáver hizo imposible su identificación y la principal pista que siguen los investigadores surgió a partir del número de la patente del automóvil, única pieza que pudo ser recuperada de las llamas.
A partir de ahí, obtuvieron los datos del poseedor de la cédula azul de autorización de manejo y de esa manera llegaron hacia Nicolás D’Amico, un bonaerense domiciliado en Leandro N. Alem hace varios meses dedicado a la venta y cobranza de carne.
«No tengo ni he tenido relación con D’Amico»
Mientras la Justicia indaga todas las aristas posibles vinculadas al caso de El Chatón, el empresario cárnico que por el momento estaría siendo investigado difundió un comunicado en el cual afirma: «Aclaro que no tengo, ni he tenido relación alguna con el señor Nicolás D’Amico y desconozco al mismo, y por ende jamás mantuve trato comercial con el indicado».
La misiva se hizo extensiva a los medios de comunicación y el firmante, que se presenta como Hugo Enrique Cabral, señala que «actualmente y desde el mes de junio de 2014 estoy desvinculado de la carnicería La Rueda SRL, local que aparece en la portada de todos los medios». También afirma que no ha sido citado en ningún momento por la Policía ni por la Justicia.
Por último, el comunicado cierra: «Requiero cese el hostigamiento social y mediático al que se me está sometiendo sin fundamento alguno».