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Denuncian a banda narco que causa temor en barrio Schuster

Por-qué-a-los-vendedores-de-droga-se-les-conoce-como-“camellos”Vecinos afirman que la gavilla se congrega en la plaza de la zona, donde comercializan sustancias a la vista de todos.

Los vecinos los tienen identificados y se cansaron de llamar a la Policía y denunciarlos, aunque todo resulta en vano y los malvivientes siguen comercializando drogas a plena luz del día.
La problemática se sitúa en el barrio Schuster de esta localidad, donde una banda dedicada al narcomenudeo se mueve con total impunidad y tiene atemorizados a grandes y chicos.
En diálogo con El Territorio, un grupo de vecinos ubicó el epicentro del problema en la plaza del barrio, específicamente en el sector arbolado, donde a diario se junta el temido grupo para hacer de las suyas: consumir alcohol y marihuana a la vista de todos.
“Llamamos al 101 y nos dicen que tenemos que llamar a la Seccional Cuarta, y así se pasan la pelotita. La Cuarta está a una cuadra de la plaza, pero nunca vemos un policía caminando. Siempre la misma historia y cada vez peor”, graficó una vecina.
Además, reclamó por la falta de mantenimiento de los terrenos baldíos de la zona, con espacios verdes y propiedades privadas donde avanzan las malezas.
“La plaza está destrozada, rompieron los bancos y los juegos. Y no les podés decir nada porque te insultan y después toman represalias. En mi caso, tiraron pintura en el frente de mi casa y tiran piedras en el techo. Es un grupito del barrio que se junta con otros de Villa Torneus y ya no sabemos qué hacer”, agregó.
Indignada por la situación, lamentó: “Mis hijos y amiguitos no pueden ir solos a la plaza porque están esos grandotes que se las dan de patoteros. Aparte rompieron los juegos y hasta los bancos de cemento. Son incontrolables”.

Círculo nefasto
En tanto, varias voces mencionaron sus sospechas respecto a los reiterados robos que se registran en la zona, los cuales serían perpetrados por menores que consumen las drogas que venden los mismos narcos del barrio, completando un círculo nefasto de delincuencia.
En diálogo con este diario, el padre de un chico de 13 años reconoció que su hijo se juntaba con los malvivientes y comenzó a fumar marihuana.
“A mi gurí le llevaron por el mal camino, pero nos dimos cuenta a tiempo y le llevamos a Posadas para que haga un tratamiento. Uno a veces trabaja todo el día y descuida a los hijos”, reflexionó.
Recordó el caso de otro chico del barrio, de sólo 12 años, cuyos padres decidieron encadenarlo para evitar la mala junta. Conocedor del entorno, explicó que “los más grandes les dan vino con pastillas a los chicos y ahí empiezan a drogarse. Después les enseñan a robar y agarran el mal camino. Para colmo, la Policía poco y nada puede hacer porque son menores”.
Por otra parte, vecinos de barrio juntan firmas para un petitorio que será entregado en la Municipalidad solicitando el desmalezamiento de espacios verdes y terrenos baldíos que propician alimañas y también sirven de aguantadero para delincuentes.

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