La homogeneidad en política, sin embargo, no es un valor que carezca de contradicciones, ya que se entiende que en un contexto democrático es natural que la libertad en el ejercicio de los derechos ciudadanos actúe, en todos los ámbitos, fomentando la diversidad; principio que al ser aplicado a la representación política obliga a respetar sin condiciones los derechos de las minorías.
Ante esta realidad, es perentorio que en las instituciones se garanticen mecanismos de control y participación popular, para evitar los excesos que acompañan a menudo, como la experiencia histórica lo indica, a ciclos largos de ejercicio del poder político, o que surgen a raíz de abusos de poder.
La situación que se vive en Alba Posse por estas horas, en las que se han expresado fuertes sospechas de que el intendente, reelecto por escaso margen frente al segundo, habría alterado el padrón de votantes a su favor, exige una aclaración que no deje dudas respecto a la limpieza de los comicios.
Si bien no habría que descalificar sin fundamentos fehacientes el triunfo del renovador Celso Carvalho sobre Lucas Gerhardt (Pays); las movilizaciones realizadas en la localidad, en protesta por lo que consideran una victoria plagada de numerosas irregularidades, deben recibir una respuesta institucional responsable.
Sólo una intervención de las autoridades provinciales -no necesariamente una intervención a la localidad- puede justipreciar el valor de las denuncias y resolver el conflicto, garantizando la transparencia, sin excepciones, de las reglas de juego democrático en la provincia.
El ganador de la elección debe ser, sin dudas, el más interesado en reafirmar la legitimidad de los resultados.