Familiares y vecinos de una niña de 7 años que fue violada en el baño de la Escuela 184 de San Miguel se manifestaron ayer frente al establecimiento para reclamar la implementación de medidas de seguridad en el predio escolar.
Asimismo, reclamaron urgente asistencia psicológica para la víctima, quien hasta la víspera no había recibido la contención comprometida por parte de los organismos competentes, como ser la Policía y la Línea 137.
“A mi nena le violaron el viernes y hasta ahora nadie nos dio una mano para atenderla. Ella no quiere comer y está muy mal, pobrecita. Nosotros tuvimos que hacer un piquete para que la Policía actúe, pero pasamos cinco días solos y de mucho sufrimiento”, lamento Ramón Ferreira, padre de la criatura ultrajada por un vecino de 13 años.
Visiblemente dolido, explicó que la pequeña está muy decaída anímicamente y casi no habla. “El que le hizo esto es un vecino que conocemos de toda la vida. Para colmo mi nene de 5 años vio todo”, agregó.
En tanto, mencionó que la criatura aún no declaró en Cámara Gesell. La causa se tramita en el Juzgado Correccional y de Menores.
A primera hora de ayer, los manifestantes se congregaron en el acceso a la escuela y, en primera instancia, pretendieron impedir la entrada de docentes y alumnos, aunque luego consensuaron con los directivos y decidieron liberar el portón. En consecuencia, trasladaron la medida de fuerza hacia la calle, donde realizaron un piquete que se extendió durante toda la mañana. Ya por la tarde, los autoconvocados decidieron extender el reclamo y cortaron la avenida Yerbal Viejo por tiempo indeterminado.
“Si tenemos que quedarnos una semana en la calle, no importa. Acá queremos que alguna autoridad nos garantice que van a poner seguridad en la escuela, porque así como está es tierra de nadie. Queremos que de noche haya custodia de un policía, porque el terreno es muy grande y de otra forma van a seguir violando a nuestros hijos”, opinó Evangelina Silva.
Comunidad movilizada
Por su parte, el director de la Escuela 184, Elbio Romero, consideró que “la violación de una alumna dentro del predio es un hecho gravísimo, por lo que entendemos y acompañamos el reclamo de la comunidad y de los padres”.
En diálogo con El Territorio, Romero explicó que el edificio escolar incluye a otras cuatro instituciones, el Nivel Inicial, la escuela nocturna, la secundaria y el Centro de Atención Primaria de la Salud (Caps).
Precisamente, el viernes pasado a la noche el presunto violador y su víctima ingresaron a la escuela por el portón del Caps que está roto desde hace meses. El predio de la Escuela 184 consta de una manzana completa rodeada por un muro.
Tiempo atrás, ante los reiterados robos en el Caps y la escuela se logró una custodia policial nocturna, lo que duró apenas un par de meses.
“Estamos cansados de los hechos de inseguridad y vandalismo que padecemos. Estos días, sin ir más lejos, entraron dos veces y nos robaron toda la mercadería que teníamos para el comedor. Lo primero es arreglar el acceso al Caps y después analizar otras medidas”, remarcó el director.
Reconoció que debido a la amplitud del predio y al muro perimetral, en horario nocturno es imposible observar lo que sucede adentro y la escuela “se convierte en tierra de nadie”.
“Por lo pronto, en los recreos las maestras acompañan a los chicos al baño y vamos tratando extremar el cuidado a toda hora, pero después nos vamos y queda otra gente”, agregó.
Sobre la situación de la niña abusada, comentó que ante el trauma padecido decidieron asistirla de manera domiciliaria hasta tanto la pequeña esté en condiciones de retomar las clases.
En tanto, mencionó que el presunto abusador era alumno de la escuela, pero ni siquiera terminó la primaria por mala conducta.
Ya por la tarde, profesores del nivel secundario se plegaron al reclamo de los vecinos que cortaban la avenida Yerbal Viejo.
La denuncia del hecho
Según la denuncia, el hecho ocurrió el viernes, cerca de las 21. El presunto abuso sexual fue denunciado ante el destacamento Cien Hectáreas, desde donde trasladaron a la niña al Hospital Samic, donde habrían constatado el acceso carnal.
Esa tarde la nena y su hermanito de 5 años fueron a visitar a sus abuelos. Ya de noche decidieron volver y se encontraron con su vecino de 13 años, quien se ofreció a acompañarlos hasta su casa. Como se conocían, los chiquitos aceptaron caminar juntos.
Pero al llegar a la esquina, el supuesto abusador les habría dicho que quería ir al baño y les pidió que lo acompañen hasta dentro del predio de la Escuela 184. Una vez en el patio, el jovencito le dio su tablet al hermano de la nena para que se entretenga. Así, estuvo el chiquito algunos minutos, hasta que escuchó los gritos de su hermana, corrió hacia el baño y vio lo que sucedía.