Un grupo de familias asentadas en un espacio municipal denunciaron excesos por parte de personal de la Unidad Regional II de Policía que el martes desalojó a varias personas que habían tomado un terreno lindero en Villa Stemberg.
Según el testimonio de varios damnificados, el operativo se concretó alrededor de las 4 de la madrugada y la falta de luz solar podría haber propiciado la confusión de los policías, quienes sin orden judicial habrían avanzado sobre un sector con casas asentadas desde hace varios meses.
Consultado al respecto, el secretario coordinador del municipio, Daniel Behler, confirmó que el sector habitado es un remanente que pertenece a la comuna. Asimismo, indicó que realizaron la respectiva denuncia, aunque hasta el momento la Justicia no ordenó el desalojo.
María Ester Cantero (40) relató su caso con bronca y angustia. Madre de nueve chicos, hace un mes se ubicó en el espacio municipal escapando de la violencia a la que estaba sometida por parte de su ex concubino.
“Eran casi las 4 de la madrugada y escuché ruidos afuera. Miré por una rendija, vi la luz de una linterna y pensé que era mi ex que venía a molestar, como hace a veces. Ahí empecé a escuchar gritos que era la Policía, que teníamos que salir y sacar todas nuestras cosas porque iban a tumbar la casa. Mis chicos empezaron a llorar desesperados. Fue un infierno”, relató Cantero.
En diálogo con El Territorio, la mujer exhibió los rastros del accionar de los uniformados, quienes destruyeron la letrina que ella misma construyó con gran esfuerzo y la colaboración de sus hijos mayores.
En tanto, aún perduran las secuelas de la madrugada del martes, puesto que las familias asentadas en el lugar fueron amenazadas con ser detenidas.
“Los policías nos gritaban barbaridades, que somos delincuentes porque nos metemos en terrenos ajenos y que nos iban a meter bala. En la casa de al lado no había nadie y le prendieron fuego con todas las cosas adentro”, lamentó Cantero.
Y agregó: “Yo entré acá porque me cansé de que mi marido me pegue a mí y a los chicos. Mi sobrino me ayudó a hacer la casita acá porque nos dijeron que es un espacio municipal, no privado como decía la Policía. No soy una delincuente, soy una mamá desesperada”.
Otro de los vecinos asentados en el mismo predio consideró que los excesos policiales tuvieron relación con una confusión sobre los límites del terreno.
Al respecto, graficó que “las autoridades de la Municipalidad nos dijeron que de la cancha hacia Villa Stemberg es propiedad de un privado que denunció la intrusión, pero de la cancha para nuestro lado es espacio verde. Otra diferencia es que en el espacio privado habían marcado los terrenos, nomás, mientras que acá hace varios meses que estamos viviendo».
“Sin motivo la Policía entró golpeando y tumbando todo acá. La gente quedó con mucho miedo por las amenazas y queremos denunciar en fiscalía para que esto no vuelva a pasar”, anticipó.
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