Más allá del servicio municipal de recolección de residuos que alcanza a todos los barrios, por comodidad muchos vecinos arrojan la basura domiciliaria en espacios verdes y baldíos, incluso cerca de sus propias casas.
Barrios como Cien Hectáreas, Villa Torneus, Tres Esquinas, Villa Cristian y Picada Vieja, albergan gran cantidad de microbasurales, los que constituyen verdaderos focos de infección y enfermedades.
En tanto, alarma la cantidad de chatarra diseminada a cielo abierto en distintos sectores de esta localidad, que se transforma en un inmejorable reservorio para mosquitos, con el enorme peligro que esto conlleva.
Si bien la Municipalidad de Oberá intima a los propietarios para que se ocupen de sus terrenos, muchos hacen caso omiso y las condiciones prosiguen de la misma manera.
Paliativos y opción
Ante este panorama, la comuna debe reforzar la recolección y realizar la limpieza de los microbasurales, dispersando recursos y esfuerzo.
En ese sentido, semanas atrás la puesta en condiciones de un sector de la avenida Picada Vieja demandó siete cargas de un camión, precisaron.
Asimismo, se halla habilitada la antigua planta de reciclaje a fin de que los particulares deriven tanto ramas -producto de las podas- como otros tipos de basura inorgánica, tales como chatarras, neumáticos viejos y escombros.
“En el lugar tratamos de organizar los elementos que se tiran, por un lado los escombros y por otro lado las chatarras”, explicó Francisco Penz, director de Bromatología y Zoonosis.
El funcionario detalló que los neumáticos en desuso “los rellenamos con tierra para que no junten agua y luego se usan para delimitar la propiedad”.
En momentos en los que se hace hincapié en la prevención, fundamental en la lucha contra enfermedades como el dengue y la leishmaniasis, producidas por vectores, Penz señaló que “la lucha se debe comenzar por los cuidados domiciliarios y es inconcebible que todavía existan esos espacios sucios en la ciudad”.