Las reiteradas lluvias tienen a maltraer a los vecinos del sector bajo de Villa Gunther, donde los desagotes no dan abasto para escurrir todo el agua que anega sus terrenos.
Los problemas habitacionales saltan a la vista. Para colmo se suman inconvenientes sanitarios, ya que desbordan las letrinas y se contaminan los pozos que abastecen a decenas de familias.
“Me cansé de ir a la Municipalidad y también algunos funcionarios vinieron a ver. Sacaron fotos y me prometieron, pero no pasó nada. El problema es que cada vez que llueve se viene la enchorrada de agua para acá y me inunda. Es imposible seguir viviendo así”, comentó Juan Ramírez (47).
En Villa Gunther residen alrededor de 100 familias, un tercio de las cuales se ven afectadas por el mismo problema. Por ello, el vecino insistió con la necesidad de modificar la canalización en pendiente que atraviesa el barrio, que se ve desbordada cuando llueve copiosamente.
También mencionó la responsabilidad de los vecinos que residen el sector más alto, algunos de los cuales tiran basura que obstruye la normal circulación del agua.
En diálogo con El Territorio, graficó que “después de las lluvias queda todo inundado, agua estancada durante días y eso trae mosquitos y enfermedades. Aparte el mal olor, por las letrinas. Hay días que directamente no se puede comer por el olor que hay”.
Y agregó: “Fui a la Municipalidad a pedir que me den una mano y me dijeron que sí, pero no pasó nada. Todos tenemos chicos y se enferman”.
Detrás de su casa se observa un verdadero reservorio de mosquitos, humedad y mal olor. Botellas plásticas, gomas usadas, chatarra y otros objetos desechados que fue trayendo la corriente.
Ramírez mencionó que su esposa estuvo internada por un grave cuadro de neumonía, lo que actualmente se traduce en problemas pulmonares. “Acá es muy húmedo y eso le afecta. Cada tanto termina en el hospital y es muy triste vivir así”, lamentó. (Territoriodigital)