Investigaciones de Asuntos Internos de la Policía determinaron que dos suboficiales fotografiaron y filmaron las escenas divulgadas por WhatsApp. Las víctimas fueron Sebastián Tataryn y Samuel Ayala.
En medio del dolor por la trágica pérdida de sus seres queridos, familiares de dos jóvenes que fallecieron en un accidente de tránsito tuvieron que soportar la difusión de imágenes de los cuerpos destruidos.
El morbo se propagó a través del WhatsApp en formato fotográfico y video. En las imágenes se observan los cuerpos sin vida de Rodolfo Sebastián Tataryn (19) y Samuel Antonio Ayala (19) dispuestos sobre la caja de un móvil de la Seccional Primera, dependencia que el 9 de julio pasado actuó en el siniestro vial donde murieron ambos.
En el lugar también trabajó personal del Comando Radioeléctrico y de la División Criminalística de la Unidad Regional II.
La divulgación por las redes sociales despertó un mayoritario repudio social que se tradujo en la inmediata intervención de las autoridades de la fuerza de seguridad provincial.
En consecuencia, desde la Jefatura de la Policía ordenaron una investigación administrativa para dar con los responsables de la publicación de las desagradables imágenes.
Personal de la Dirección de Asuntos Internos llegó a Oberá para instruir el sumario y se determinó que dos suboficiales de la Seccional Primera fueron quienes fotografiaron y filmaron los cadáveres para luego exhibirlos por WhatsApp.
Ambos implicados ya realizaron sus respectivos descargos y aguardan la resolución de la superioridad. Paralelamente, no se descarta que los familiares de Tataryn o Ayala decidan denunciar penalmente los hechos que podría constituir el delito de “incumplimiento de los deberes de funcionario público”.
Pedido de disculpas
Consultado al respecto, el comisario Roberto Franco, jefe de la Seccional Primera, reconoció su malestar por la actitud de los uniformados implicados y pidió disculpas públicas a los familiares.
“No entiendo por qué actuaron de esa manera tan negligente. Nos duele mucho como institución y no vamos a permitir que estas cosas sigan pasando. La verdad que no tienen justificativo, hicieron mucho daño y por eso actuamos con todo el rigor que corresponde en estos casos”, subrayó.
Visiblemente consternado, Franco explicó que los uniformados involucrados no participaron en el operativo del accidente ocurrido el 9 de julio sobre ruta Nacional 14, sino que “circunstancialmente estaban en la comisaría y fue cuando tomaron las imágenes” que luego se propagaron por las redes sociales.
Asimismo, lamentó que “actitudes como estas manchan a toda la institución, siendo que la mayoría del personal trabaja con responsabilidad y profesionalismo. A las familias les pido disculpas y les aseguro que se tomará las medidas del caso”.
La difusión de estas fuertes imágenes por parte de funcionarios públicos contradice el protocolo interno y afectó directamente la sensibilidad de los deudos. En tanto, personal de Asuntos Internos determinó que las fotografías fueron tomadas dentro de la dependencia policial.
Hipótesis del choque ocurrido el 9 de julio
El accidente que costó las vidas de Tataryn y Ayala ocurrió el 9 de julio pasado, alrededor de las 7.30, a la altura del kilómetro 15 de la ruta Nacional 14.
El coche que conducía Tataryn -un Volkswagen Gol-impactó de manera frontal contra una camioneta que estaba al mando de Carlos F. (50), oriundo de Villa Bonita. Al momento del hecho lloviznaba copiosamente sobre la zona Centro. El conductor del rodado mayor y su acompañante, identificado como Aníbal C. (50), resultaron con heridas de diversa consideración.
El auto quedó literalmente partido en dos. El motor se desprendió del capot y voló varios metros, lo que grafica la violencia del mortal impacto. Entre las hipótesis, no se descarta que alguno de los dos vehículos se haya pasado de carril por exceso de velocidad o intento de sobrepaso en la curva con doble línea amarilla.
La Seccional Primera instruye el sumario judicial caratulado como “doble homicidio en accidente de tránsito” e investiga las causas del mismo. Interviene el Juzgado de Instrucción Uno de Oberá. (Territoriodigital)